Tu alma esta hambrienta de sonrisas, caricias y abrazos. por qué tu, al verme sobre tu hombro nunca recibiras la sonrisa oportuna, el abrazo expontanea, la caricia con dulzura, nunca seran tuyas, nunca seraz tan deseada como ahora lo eres por mi. nunca, porque nunca me permitiste hacerte sonreir.
Iván Kalusar
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